CONTAMINACIÓN ACÚSTICA DISMINUYE POBLACIONES DE FAUNA SILVESTRE
Al principio parecían solo problemas que interferían con la salud humana, pero ahora distintos estudios han confirmado que la contaminación acústica y lumínica también está pasando la cuenta a la biodiversidad del planeta.
“Hemos estudiado una variedad de respuestas ecológicas, que van desde cambios en la distribución de las especies, pasando por alteraciones en el comportamiento, hasta trastornos a nivel de la comunidad ecológica, como los que se pueden producir en la relación presa-depredador”
El trabajo ha incluido desde bosques hasta orillas de caminos y áreas urbanas. En el norte del estado de Nuevo México, por ejemplo, midieron el impacto sonoro de las ruidosas máquinas que se emplean para la extracción del gas natural. Según el biólogo, el impacto en todas estas áreas resulta bastante severo ya que la contaminación acústica espanta a la mayoría de las especies y produce una declinación de sus poblaciones.
Algunas especies son muy sensibles al ruido porque causa una disrupción en sus comunicaciones, especialmente las que tienen vocalizaciones de baja frecuencia. En al menos dos especies, como la reinita hornera (Seiurus aurocapillus) y el escribano palustre (Emberiza choeniclus) el ruido complica su canto para atraer a la pareja.
Ambas aves deben concentrarse para localizar el sonido de sus presas (insectos o pequeños mamíferos) y poder capturarlas, pero este resulta enmascarado por el ruido ambiente.
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